- Área: 450 m²
- Año: 2012
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Fotografías:Gonzalo Viramonte
Descripción enviada por el equipo del proyecto. En general es difícil encontrar un cliente que comparta las mismas ideas que como profesionales tenemos sobre un determinado proyecto. Tampoco es algo corriente que un cliente esté dispuesto a invertir en todos y cada uno de los detalles que necesariamente quedan involucrados en una obra para lograr efectivamente llevar adelante aquellas ideas sobre el proyecto.
Se nos encargó una casa para una pareja sin hijos de momento, en un lote en tramo en Villa Belgrano, un barrio residencial de un grano urbano grande, una calle cuya unidad espacial surge de la frondosa arboleda y además se caracteriza por importantes retiros, un lote entre medianeras de 17 mts de frente, al sur, por 60 mts de fondo, al norte.
Se disponen dos volúmenes: el de los dormitorios de una planta, recostado sobre la medianera este y el del estar de doble altura, cruzado un poco antes de la mitad del terreno. Sobre el fondo, un tercer volumen, apoyado sobre la medianera norte, configura el patio que contiene la pileta. De este modo, se prioriza la relación interior / exterior, las vistas con mas perspectivas, el asoleamiento y las expansiones de los usos sociales internos hacia afuera.
El principal requerimiento tenía que ver con lograr que el área de uso social e intima de la pareja quede lo más separada de la calle y con autonomía respecto del área de los dormitorios de los futuros hijos. Junto a ello, buscar que todos los ambientes de la casa tengan contacto con el patio. Se intentó que esa unidad estar, comedor, cocina, estudio y suite quede calificada por su relación con el exterior.
Se busco recuperar los modos naturales de confort ambiental, dotando de un asoleamiento adecuado para la totalidad de los ambientes; ventilaciones cruzadas en los ámbitos principales, iluminación y ventilación natural en toda la superficie; dispositivos de protección como aleros y filtros. Todo esto, a pesar de disponer de un sistema de climatización artificial.
Se intentó una arquitectura de gran austeridad formal y material, despojada de cualquier romanticismo, de modas de momento. El empleo de un elenco de materiales nobles, la mayoría de ellos, usados a la vista, con un muy bajo mantenimiento, con una elevada resistencia en relación con la intensidad de usos.
Se pensó en el espacio arquitectónico entendido como el espacio y el hombre. Esto es, con el uso, tratando de caracterizar los diversos ámbitos de modo de resolver las necesidades para las que están destinados y, a la vez, generar una atmosfera proactiva con los habitantes y sus actividades. Principalmente la escala de los espacios se constituyó en el factor de singularidad. Junto a ello, la integración espacial y los dispositivos que permiten intimidad, la relación interior / exterior y los espacios intermedios; las instalaciones y los equipamientos. Pero además, en función de los modos de habitar, se buscó cierta flexibilidad a partir de las dimensiones y de la previsión de ciertos ámbitos que pueden cambiar de destino con el tiempo.
Se propuso una arquitectura, en tanto síntesis de espacio y materialidad, dada principalmente por la relación soporte / cerramiento y su materialidad, dimensiones y proporciones, hasta la presencia de dispositivos espaciales que lo multiplican. Piedra, hormigón visto, chapa oxidada, carpintería de aluminio, son los materiales, se expresan con su color y su textura, según la lógica constructiva de cada uno.